En 2012 abrimos nuestras puertas y fue la primera edición del Black Friday con verdadera repercusión en nuestro país, aunque eran pocas las marcas y tiendas que se animaban con los descuentos. Actualmente este día de descuentos se ha impuesto y crece cada año. Además, cada año suma más días e incluso semanas uniéndose a otros periodos de promociones e imponiendo un mercado de descuentos constante.

Pero ¿podemos las pequeñas marcas y tiendas ofrecer descuentos casi al comienzo real de la temporada? La respuesta es no ya que trabajamos con colecciones cerradas toda la temporada. Son las grandes empresas y cadenas, donde la rotación de producto es vertiginosa y necesitan deshacerse de las tendencias fomentando la compra gracias a los descuentos, las que pueden asumir estos precios por sus márgenes y tasas de ganancia exageradas, generando y perpetuando un mercado de trabajo con pocas garantías y derechos laborales y concentrando el negocio y beneficios en unas pocas empresas transnacionales.

Hoy, en 2019, la excepción son los negocios que intentamos mantenernos al margen. Donde no existe un beneficio irracional no es sencillo ofrecer descuentos constantemente, ya que todo se basa en márgenes razonables y precios ajustados.
En Verde Moscú trabajamos en pro de un consumo consciente y reflexivo, local y que atienda al origen de los bienes, dónde y en qué condiciones son fabricados. Rechazamos el menosprecio y la desvalorización de nuestros productos y, por lo tanto, del trabajo de las personas que los han realizado y distribuido. Porque en nuestro caso sí valen lo que cuestan y cuestan lo que valen.